Mi papá es una 'madre'

O por lo menos, eso creía yo, cuando un día de la madre llegue del colegio con todas las intenciones de darle el regalo a él y no a mi mamá. Por supuesto, estuve cerca de perder la cabeza por la furia fundamentada de mi mamá, pero eso si quedo claro que yo a él desde chiquita lo quiero montones. Y lo quiero pues aunque le herede la nariz vasca {con la cual pelee varios años de mi vida}, él me enseño a llevarla con estilo; también porque hasta el día de hoy prepara las tostadas francesas más ricas del mundo; y porque cuando le dije que quería ser la primera antropóloga {antro que?} de una familia con una larga historia de ingenieros no dudo en apoyar esta nueva iniciativa. Claro, ya estaba acostumbrado a embarcarse conmigo en cosas riesgosas, pues desde que tengo uso de razón le propuse cualquier cantidad de negocios donde sus beneficios pertenecían más al universo de la felicidad del padre por ver a la niña de sus ojos realizada que cualquier otra cosa. Además, él y yo somos los únicos miembros de la familia que conocemos las virtudes y secretos del mundo de los ‘autistas’, y por eso nuestra definición de un buen día es aquel que se pasa con uno mismo. A pesar de eso, a los dos nos encanta cuando estamos en familia preparar una de las mejores paellas del mundo, receta que el rescató de las mujeres de su familia. Eso si, tengo el presentimiento que él a mi esposo lo quiere más que a mi, pero qué más da, me alegra que se entiendan! Lo más grande que le debo es que me enseño a hacer todo lo que hago con mucha pasión, así fuera eso de la antro que?. Y a pesar de que desde hace rato dejé el nido, él una y otra vez me recuerda que siempre me verá como la niña de sus ojos – uno de los títulos que cargo con orgullo desde mis primeros años de vida. Por eso, y muchas cosas más, mi padre es una madre, es decir, el mejor del mundo.