Wednesday 16 November 2011

Conversaciones bonitas de un fin de semana de amigas

Por fin encuentro un momento en una madrugada muy fría, muy gris, es decir, muy inglesa pero eso si, tranquila… para escribir sobre el fin de semana tan maravilloso que pasé con mis amigas del colegio en casa de Marce. Hace más de siete años que no nos veíamos las compinches de infancia, por lo que la felicidad no podía ser mayor. Obviamente la vida, como suele pasar, nos llevó por caminos diferentes y sin darnos cuenta cambiamos las eternas conversaciones sobre todo y nada por un mensaje ocasional de vez en cuando… así cuando Martha nos escribió con la idea de reunirnos aprovechando su viaje a Europa, me pareció la mejor excusa para tener uno de esos momentos que sencillamente consienten el alma. Pasaje en mano después de meses de espera, por fin me monté en el avión que me llevó al reencuentro, al otoño perfecto en el sur de Alemania, y horas de conversaciones deliciosas…

(en la sala de Marce, sobre ese sofá grande que nos acogió)
J: y después de siete años de casadas, siguen igual de enamoradas? Yo llevo cinco.
J: Si (rotundo)… cada día nos queremos más.
M: Sip, a él lo veo en mi pau…
J: salud! Yo después de cinco años siento que este amor de nosotros es como el vino, se pone mejor con los años
…. Risas, mientras la Mia sigue su meneadera hermosa a son de su propia Bamba, y nosotras seguimos saboreando la noche y el vino...

J: yo aún tengo el bichito de regresar a vivir a Colombia, para que la M. crezca con esa cosa bonita que solo se agarra allá.
J: yo no sé, a Colombia aún no la extraño del todo, si los paisajes maravillosos y la familia, pero… bueno tal vez como el sentimiento de sentirse parte de… algo, la gente bonita
M: no es fácil la vida por fuera porque uno como que no encaja, pero el regreso siempre es complicado… y sobretodo lo que pega duro es lo solo que uno está.
Tres o cuatro lágrimas se nos escapan a más de una….

(Almorzando en una taberna en München)
M: y vos feliz? Cuéntamelo todo
J: bueno, estamos bien, pero ha sido, muy duro… tal vez uno de los años más duros que hemos tenido, los dos estamos más unidos que nunca, pero el cambio resultó estar lleno de retos.
M: en serio? No parece, te vez super tranquila y bonita… me encanta como tienes el pelo
… que maravilla las amigas…

(en un Eiscafe en Eggenfelden)
M: nos tomamos un cafecito?
M: si, pero con küchen…estamos en Alemania, y hay que hacerlo!
J: pero acabamos de comer una frijolada del tamaño de pekín! Yo me reviento
M: Siempre hay espacio para küchen con café cuando uno tiene las amigas cerca
…y al ataque nos lanzamos…

(acicalándonos en el baño las tres para salir)
M: vos tenes ojos grandes, así que mejor es resaltar los labios con…
M: COLORETE!!!
M: Por dios, ustedes dos son un caso perdido… ahora se dice labial
…carcajada general!

… y como siempre los días volaron, muchas conversaciones se quedaron inconclusas pues ahora hay chiquitines, esposos, trabajos y preocupaciones que nos interrumpen… todas empacamos nuestras maletas para seguir nuestros respectivos caminos, las maletas esta vez más ligeras por los regalos que se quedaron, pero el alma contenta y llena por el ratico bonito vivido.

Las quiero mucho, amigas!


2 comments:

Julia Inés said...

Precioso lo que escribiste sobre el fin de semana con las amigas, que acaricia el alma. Muy sentido y espontaneo. Que lindo que escribes

Martha said...

Estoy releyendo este post... que bonitos recuerdos!!! Gracias por el tiempo y por permitirme volar de vuelta en el y recordar que dentro de nosotras todavía viven las mismas niñas de 15 años llenas de sueños... esos sueños, que sólo han sido enriquecidos con los esposos, los chiquis y los trabajos...!!!